Hoy ESTE video que enlazo de Kilian Jornet será de lo más visto y comentado en todas las webs y blogs de este mundo del Trail, de corredores, de la montaña.
Y lo quiero llevar a este "mi" espacio por qué me parece un Gran video.
No es el de más bellas imágenes, ni el más espectacular, ni siquiera quizá el más emotivo a nivel deportivo de los que Kilian ha hecho. Pero es enormemente humano, sencillo y esclarecedor. Creo que a todos quienes nos gusta correr por el monte nos hará reflexionar.
Las carreras, los objetivos, las marcas, vienen y van. La pasión, los sentimientos, todo aquello que sentimos es lo que realmente permanece. Lo que nos hace continuar si lo conservamos y abandonar si lo perdemos.
Personalmente, siempre he disfrutado de esto del correr. ¡Como no! admitir que ha habido momentos en que como a todos, alguna meta conseguida o no, ha supuesto un peaje en ocasiones demasiado severo en modo de lesión, estres o decepción.
Hoy he vuelto a correr después de una pequeña lesión que me ha tenido parado un puñado de semanas. Y, aparte del ahogo, de las agujetas que vendrán mañana, del ritmo que haya podido llevar.... he disfrutado de nuevo mágicos momentos. Sentir la tierra humeda bajo mis pies después de tantos meses de secano, adentrarme en la oscuridad de un parque ahora que los días menguan o, contemplar el vao de mi respiración en la oscuridad de un camino sobre un horizonte de luces urbanas. Pequeñas cosas que me emocionan, que me hacen sentir vivo, que me hacen disfrutar de lo que hago.
Como Kilian, todos tenemos nuestra "montaña". La que nos regresa a nuestras raices. La que nos reencuentra con nosotros mismos. La que nos conforta y, sólo si somos capaces de disfrutar, mantiene nuestra ilusión.
3 comentarios:
Ese vídeo es realmente sensacional, igual que tu entrada. Como siempre, Prisi.
De nuevo vuelvo a una noche en el Goierri, jeje, qué ganas tengo de quitármela de encima.
Siempre he creído que lo más importante de este deporte es el día a día. Es donde más se puede disfrutar. Lo demás es accesorio. Son 'añadidos'. Por eso los tiempos no son realmente lo que importa sino las sensaciones, esa comunión con la naturaleza. Sentirla como algo propio, algo que nos pertenece y a lo que pertenecemos.
Bienvenido de nuevo.
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