Como tantas otras veces parece que el atletismo tiene la culpa de todos nuestros males. Ese tiempo dedicado a esta afición es tiempo que resto a seres queridos y aficiones.
A veces parece que solo pienso en correr.
Y llegan las nubes.
Pero uno es como es y no puedo contener mis latidos, serme infiel a mi mismo o rendirme.
Me consta que los males no se alimentan de unos minutos a 170 pulsaciones, aunque sean unos pocos cientos.
Y personalmente me liberan de muchos otros males.
Habrá que seguir buscando el Sol.
A veces parece que solo pienso en correr.
Y llegan las nubes.
Pero uno es como es y no puedo contener mis latidos, serme infiel a mi mismo o rendirme.
Me consta que los males no se alimentan de unos minutos a 170 pulsaciones, aunque sean unos pocos cientos.
Y personalmente me liberan de muchos otros males.
Habrá que seguir buscando el Sol.
3 comentarios:
Ya que la entrada hace referencia a las nubes y el sol me permito recordarte lo que dice el viejo porverbio castellano: 'Siempre que llueve, escampa'. Ya sé que no se estrujó mucho el cerebro el que lo dijo pero es que las cosas son así. Paciencia que todo pasará. Además llevas muchos años en estas lides como para no haber desarrollado un buen 'juego de cintura'.
Nos vemos corriendo.
Busca, busca.
Y libera.
Slds
Todos pasamos por esto alguna vez... me ha gustado eso de Fernan de que cuando llueve escampa... paciencia.
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