lunes, 7 de septiembre de 2020

Cuando menos es mas.

Parece una contradicción. Un sin sentido. Pero pasa que muchas veces, nos esforzamos en llegar más lejos, a más gente, ansiamos alcanzar nuesrtra máxima capacidad física, anímica, mental.... nuestras metas e ilusiones y pasa que con el foco en los grandes objetivos dejamos de prestar atención a los pequeños detalles. Y toca dar un paso atrás.

Me equivoqué. Quise pensar que ampliar mi horizonte con la ilusión de nuevos proyectos donde compartir mi pasión por este mundo del correr con otras personas nos enriquecería a todos. A mí el primero. Ampliando el abanico de posibilidades y personas con quien disfrutar y compartir. 

Con errores propios. Pero el caso es que olvidé que el género humano es clasista, gregario y Tribal. El Clan es el Clan y está pot encima de todo y todos.  No admite versos libres. Posicionarte de un lado es excluirte del otro. Sin piedad.

Dónde yo veía ilusiones, poco a poco fui descubirendo realidades. En un continuo desgaste. Lo he pasado mal.

Así pues, llegó el momento en que no pude continuar en esta situación. La respuesta era sencilla. Volver a los inicios. Ser uno mismo. Prestar la atención debida a los pequeños detalles. Cuando no se necesita tanto para sentirse bien. Cuando lo importante es la paz interior. Sin reproches ni rencores. Cuando bastan dos o tres  amigos, de verdad. Cuando menos es más y basta lo que cada día nos trae. Sin esperar nada. Sin grandes pretensiones. Cuidar a quienes nos cuidan.

Como titula este espacio, amistad y atletismo fueron siempre de la mano. Cada cara de la moneda fue una puerta de entrada para la otra. El día que el atletismo me hizo perder amigos ese camino dejó de tener sentido para mi.

Sólo concivo esto desde la doble A. Como la sientan e interpreten otros lo respeto, pero no es mi problema. Lo que importa es como la viva yo. Y aunque mi camino cada día sea más corto y más lento, no admito que tenga que ser menos pleno. No en la parte que dependa de mí. 

No nos rendimos. No me rindo. Aún quedan zancadas que dar.





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