miércoles, 15 de abril de 2015

III Trébol Trail. La crónica.

Este domingo pasado se disputó en Becerril la Trébol Trail. Carrera que se celebra en el Cerro del Telégrafo (Cabeza Mediana 1350 mts), lugar habitual de la mayoría de nuestros entrenamientos.
Así que, dada la proximidad de casa y el recorrido duro y trialero conocido de ediciones anteriores, un año más tomé la salida.
El recorrido habitual contemplaba prácticamente tres subidas al Cerro, este año había una pequeña variación del mismo, la última subida no era completa y se sustituía por dos medias subidas seguidas que además alargaba el recorrido hasta los 20 km. Personalmente creo que esta variante hace que el final sea más duro ya que si bien, no hay una última subida completa, anteriormente sabías que a partir de ese punto tenías todo bajada ( 6 km aprox.) y ahora la bajada era más breve (3 km aprox.).
A mí particularmente me ha gustado y creo que la proliferación de sendas estrechas evitando las pistas, le dan una personalidad propia a la prueba. 
En cuanto al desarrollo de la carrera en sí, particularmente creo que fue un buen día. Me faltó un poquito más de sangre competitiva para exprimirme el algún momento pero quedé contento del desarrollo y del resultado en la misma.
Desde la Tragamillas y la carrera de San Lorenzo tenía una pequeña espinita clavada, he de ser sincero. En ambas pruebas me había visto claramente superado por amigos que habitualmente estaban por detrás de mi y conjugó por un lado las ganas de revancha con las dudas sobre el rendimiento propio.
Así que, mentalmente tenía claro el objetivo de luchar durante la prueba por recuperar mi autoestima dando toda la guerra posible (entiéndase todo esto desde el plano sano, noble y deportivo por supuesto).
Allí estaba yo dispuesto a vender cara mi cabellera, especialmente ante mi amigo Héctor que ha mejorado enormemente en estos últimos tiempos y ante el que me disponía a vivir una carrera de lo más atractiva a priori, con intercambio de posiciones en función del terreno. La idea era que yo ganaría algunos metros en subida y que el me los recuperaría en la bajada. Así que había que llegar con fuerzas a las subidas de final, donde los cambios de ritmo más daño hacen por la acumulación de desnivel y confiar en cobrar la ventaja suficiente para llegar hasta meta sin que me "crujiera vivo".
Hubo un factor que influyó en positivo a mi favor, saber de la presencia de mi hijo junto a varios amigos animando en distintos puntos del recorrido. Esto hizo que tuviera una motivación especial por llegar a esos puntos con ganas de recibir su aliento.
Comienza la carrera y salimos en la zona media del pelotón. Como siempre hay gente que se coloca demasiado delante y frena así que toca los inevitables eslalons con cambios de dirección y ritmo. Me encuentro bien y fácil. No voy a salir fuerte porque luego el láctico pasa factura cuando el terreno pica para arriba pero, ya que voy cómodo prefiero seguir mi ritmo. No miro atrás aunque supongo que mis compañeros estarán cerca. Este es otro dato bueno, hasta la parte final no me preocupé de mirar atrás, de ubicarme respecto al resto. 
Subí a buen ritmo, aunque comencé a caminar antes de lo que esperaba. Tampoco me desanimó, es inevitable cuando el grupo marca el ritmo. Lo importante es que se me hacía corto el trayecto, así que cuando quise darme cuenta apareció Iván para hacernos unas fotos y poco detrás distinguí a mis amigos e hijo dándoles una voz para que me reconocieran. Un poquito más de subida y primera bajada.
Bajé bien, no espectacular, ni dejándome caer, pero a buen ritmo y sin frenar demasiado. Tenía que hacerlo así si no quería desaprovechar el esfuerzo de la subida. Avituallamiento en el pilón y controlando el ritmo hacia Collado Mediano. Este tramo lo disfruté mucho me veía cómodo y regulando tanto que pensaba que en cuanto llegara la cuesta despegaría sobrado, pues nada de eso, Recibí los ánimos de Arantxa y Biri y a mitad de la subida que va hacia los ansarines tengo que andar un poquito para coger aire. "Bueno, no pasa nada" . Al poco vuelvo a trotar como el corredor que me precede y ya completo el tramo hasta la subida directa al telégrafo, el tramo más duro. En esta subida, como la mayoría corri poco, pero algo sí, lo importante es que se me hizo corta y mi zancada era firme. Eso era muy buena señal y cuando quise darme cuenta tenía de nuevo los gritos y ánimos de mi hijo y amigos. Telégrafo, avituallamiento y para abajo.
Toda esta bajada es bastante técnica, terreno irregular, rodadas de bicis a veces, piedras en otras, pequeños saltos y giros, piñas en su primera parte... pero nuevamente sin hacer nada espectacular me manejé con eficacia. En este tramo vi a Josegym y me adelantó la primera corredora. La verdad es que hacía tiempo que no estaba por delante de la categoría femenina. El nivel es cada vez más alto en mujeres y uno... afloja jeje. Puesto 75 me cantan en el segundo avituallamiento.
El tramo del valle y la subida al depósito me encuentro bien, veo que sigo recuperando alguno de los puestos que pierdo en bajada y estoy animado aunque veo que no voy a poder tirar tanto en este tramo como me hubiera gustado. Aguanto en un tira y afloja con varios corredores con los que voy alternando posiciones, ahora atrás, ahora delante hasta que llegamos a la pista casi a la altura de la fuente del retén.
A partir de ahí voy cogiendo ritmo de crucero. Nunca espectacular, siempre regular y mantenido. Cruzo el último tramo técnico de bajada y me encamino a la salida del cerro. Poco antes de ese pequeño montículo de piedras que se pasa en la ida y vuelta me quedo clavado. Me adelanta Juanjo el amigo de Héctor y me cuesta subirlas. Pero se suben y mi compi está animándome. Me acompaña unos metros, con el último repecho de asfalto ya en la Majada de las monjas. Adelantamos a la priméra fémina. Le pregunto si viene Héctor por detrás (no me apetecería jugármela a un esprint ahora) y me deja a la altura del resto de los Locos que animan y donde mi hijo está para acompañarme el último kilómetro. 
Este es un momento muy especial, Yo voy "lanzado" en final de carrera, o al menos es mi sensación y el tío se pone a mi lado y no sólo aguanta sino que tengo que frenarle porque me aprieta de más. Nunca le había visto correr a ese ritmo y me hace pensar lo mayor que se me está haciendo a la par que me emociona sentirle a mi lado.
Así juntos, después de 2 horas 6' y 45" cruzamos la meta. Puesto 77.
Finalmente decir que creo que hice una buena carrera. Que aunque no soy el de otros tiempos seguiré dando guerra y que, con mentalidad positiva y valiente, es más fácil que las cosas salgan. El éxito hay que buscarlo.
Ahora a por la próxima. A seguir escribiendo capítulos de esta batalla.

Fotos de: Ivanmountain y Kbraloc.


3 comentarios:

miye dijo...

Completamente de acuerdo, una carrera preciosa y también a mi me pareció mas dura en su parte final

fernan130 dijo...

Prisi aunque la edad nos vaya pasando factura seguimos en la brecha que es lo que cuenta. Siempre es duro recordar mejores ritmos y mejores sensaciones.
Me alegró verte llegar por delante de gente más joven que tú que darían mucho por estar ahí. Espero que en Tres Refugios sigas demostrando que la edad no está reñida con las ganas y la ilusión. Estaré apoyándote de una manera u otra.

Prisillas dijo...

Estoy contigo compi.
Donde no llegan las fuerzas se compensa con la experiencia. Pero, lo fundamental es la ilusión y esa de momento no me falta.
Hay día mejores y peores.
Hay dudas y temores, pero basta una brizna de oxigeno en los pulmones ascendiendo a cualquiera de nuestras cimas habituales para renovar el compromiso con nuestro deporte, con nosotros mismos.
Porque realmente no corremos por nadia, vivir ese esfuerzo individual de cada uno es lo que nos mantiene activos y ilusionados siempre con el próximo.