Este 8 de junio se cumple la XVIII edición del Maratón Alpino Madrileño, "mi carrera", aquella que justamente un 8 de junio de hace dieciocho años se convirtió en una loca aventura que perdura.
Porque tengo claro que lo que hoy soy como corremontes se lo debo al veneno que aquella experiencia inoculó en mi. La ilusión de esperar la segunda edición para volver a afrontar aquel reto marcó mi futuro correril.
El MAM es una carrera con carácter. Seguro que hay carreras más bellas, más duras, más técnicas y que dejen más poso en los finisher. Pero es innegable que el MAM tiene personalidad propia. Esa subida y bajada por la pista de esquí a Guarramillas, las lomas del Noruego, la cima de Peñalara y especialmente esos tubos de cabezas en sus dos variantes ascendidas en estos años no dejan indiferente a nadie. Cada tramo tiene valía por si mismo y tiene su particular hábitat de montaña.
A mi me gustaba enormemente el tramo de la Laguna de los pájaros y también la dureza mental que suponía el camino smichd cuando eran los últimos kilómetros de las primeras ediciones. Pero entiendo que el apoyo y la infraestructura que presta una población como Cercedilla es importante para la prueba.
En mis recuerdos están también aquellas ediciones que se recortaron por borrascas tardías que dejaron nevadas y frío en pleno junio. Aquella cima de Peñalara con -3º. Inevitable recordar momentos de gloria y de penurias. Hubo en este tiempo algunas caídas, algún esguince serio, varias peticiones a mi santa en meta de que "no me dejara volver al siguiente año", euforia y cansancio. Un momento importante fue la décima edición donde tenía decidido dejarlo y es probable que lo hubiera hecho de no ser un quiste de backer en el plopíteo que me hizo empecinarme. ¿Para que iba a renunciar voluntariamente si cualquier día una lesión, una gastroenteritis o una inoportuna boda me lo impediría?.
Puedo presumir de haber compartido km con un montón de corredores, tener siempre una palabra de ánimo para quien me adelanta y para quien sobrepaso. De haber cruzado la meta de la mano de amigos habituales y de desconocidos hasta aquél día. Y sobre todo de haber transmitido la emoción de esta carrera a muchos compañeros de entreno que han probado su grandeza. De alguna manera he bautizado un buen puñado de "MAMones" jeje.
Con todo esto, y el puñado de años que supone sumar 18 a cualquier edad de partida que uno pueda suponer estaré de nuevo el domingo en la linea de salida, dispuesto a sobrevivir una vez más.
4 comentarios:
¡¡Mucha suerte, Prisi!!
Dieciocho... ¡¡Madre mía!!
Yo espero poder correrla algún dia...
Un abrazote.
Por fin tienes la mayoría de edad. Espero acompañarte un buen número de kilómetros.
Creo que ésta es una de tus carreras, que la hacen más grandes aún por gente como tú, que no son pódiums pero son un claro ejemplo de constancia, experiencia y calidad. Como ya te lo comenté, espero animarte unos kms, no puede faltar "el aguador" ;-)
Un abrazo y disfruta de la carrera. Para mi eres el favorito.
¿Sólo 18? Yo te hacía alguno más ;·)
No son los que llevas, sino los que faltan por llegar los que te harán grande.
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