Pues todo llega y este domingo 12 afronto el Maratón Alpino Madrileño. El MAM, mi MAM.
Y durante esta semana he ido preparando mi cuerpo para el esfuerzo que se avecina, descansando con entrenamientos suaves, pocos kilómetros y alimentándome a conciencia por supuesto.
Hoy he disfrutado de la última salida. Ese pequeño puñado de km habituales a las grandes citas donde se saborea cada zancada, leve, ligera, plástica. Donde la cabeza toma el relevo de los músculos visionando el futuro y visualizando recuerdos del pasado.
Sentir el frescor de las aguas del arroyo navalmedio en los primeros pasos camino del puerto. Los jadeos en la subida bajo el telesilla camino de Bola, el viento en el collado, las primeras zancadas torpes en la bajada hacia la Loma del Noruego repleta de piedras emboscadas. Avituallamiento en Cotos. Sendero por el pinar hacia Citores, primeros canchales, Peñalara majestuosa. Pista en Dos hermanas hacia Cotos, primeras miradas hacia tubos. Preciosas praderas, barro y agua para alcanzar el comienzo de la mítica ascensión a Cabezas. Momento de sujetar las pulsaciones, regueros transparentes y puros. Piedra y desnivel, sudor y esfuerzo para ganar cada metro de ascensión. Canchal final donde tiramos de manos para ascender y cumbre. Primeros metros delicados de bajada. Comienzo de senda, Viejas piedras enterradas en el suelo que se levantan a nuestro paso, o no, es el cansancio que aumenta la torpeza. La Bola del mundo que se aleja en vez de acercarse. Por fin llega y su vertiginoso descenso. Pánico en los tendones de tobillos. Último avituallamiento y para abajo. Raices traicioneras, de nuevo el arroyo pero ahora agradecido. Malditos toboganes. Golpe de calor entre los helechos a orillas del embalse. Fondo de magafonía que anuncia el final. Último descenso. Calle de Cercedilla y Meta.
Satisfación, cansancio, barro, sudor y rasguños. Busco una sombra donde sentarme y descansar. Bebo un trago de algo fresco y sonrio. Una vez más espero haber sobrevivido.
El tiempo será lo de menos.
Lo demás más o menos así. Eso sí. Rodeado de grandes amigos, enormes deportistas, atravesando bellos lugares, disfrutando de maravillosas vistas si el cielo está despejado y disfrutando de correr por la naturaleza. Eso que es tan simple y que encabeza este Blog.
4 comentarios:
Ahora es el primer momento en que comienzo a arrepentirme de no haberme inscrito. Ahora es el primer momento en que miro al MAM con ojos de niño y caramelo. Pero este año no, este año no podrá ser. Siento que erré en mi elección, no en la que piensas, en otra de ellas. Disfruta de TU MAM, pues es realmente tuyo y de un pequeño puñado de megasupervivientes más. Hazlo un año más tuyo, sin prisa pero sin pausa. Afianzando cada paso para que no sea un yerro y asegurándote el éxito. Este es tu verdadero hito. Lo de dentro de dos semanas es secundario y ya se verá, pero TU carrera es ésta. Eso tenlo por seguro amigo. Que mi mantra sirva al maestro corricolari como me sirve a mí en los momentos difíciles de la carrera: "Ondo, ondo, oso ondo. Lasai"
A mí también me ha dado mucha envidia leer esto, me ha traído un montón de gratos recuerdos y me da rabia no participar esta vez... pero por otro lado me alegro, has dedicado las últimas ediciones a ayudar a pardillos como yo a enamorarse de esta prueba y de la montaña... después de un tiempo, este será tu MAM, un MAM de fuerza, en el que tirarás para adelante sin pensar en lo que llevas por detrás, un MAM que te hará recordar aquellos en los que sufrías para intentar hacer el Smitdh sin pararte a caminar, un MAM especial...
prisillas llego un poco tarde pero las circunstancias mandan. Me alegro porque ahora soy el primero en felcitarte por tu nuevo MAM. Eres incombustible. Muchos ánimos para el GTP.
Espero que la crónica de lo qe dió de si el dia, al margen del resultado, no caiga en aparecer.
Un abrazo.
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