Así recibi este 2011 en el que llevamos tan poco inmersos, pasado por agua y en tierras asturianas.

Si uno es lo que entrena, en mi caso está certificado, cada parón, cada pausa me penaliza enormemente y supone un claro paso atrás del que toca volver a mejorar.
Llegué después de 10 días de muy buenas sensaciones. Sin apenas molestias en el talón, rodillas ni piramidal, mejorando el ritmo y las prestaciones en cada salida la semana previa al viaje.
Con estos antecedentes y dadas las especiales circunstancias de este año con menos días y con tiempo lluvioso apenas pude realizar un par de salidas.
La primera fue esta:
Comienzo en subida caminando a buen ritmo para ir trotando ya sin descanso hasta la Ermita del Acebo. Buenas sensaciones, continuidad del estado de forma que traía y que antes he comentado.
La segunda más larga, más lenta y con sensaciones menos positivas:
Frio y lluvia que hicieron que tuviera que realizar alguna pausa para abrigarme-desabrigarme y de la cual son las fotos que acompañan a esta entrada.
Esta ruta me encanta, es un GR que avanza en dirección a Leitariegos o Somiedo en su correspondiente desvio.
Por cierto ambas rutas recorridas con mis Asics Sensor 4. En condiciones de humedad resbalan como todas las zapatillas aunque no se comportan mal en terreno blando. Mantienen la estabilidad (menos en la zona trasera en la que tienden a "derrapar" ligeramente) y pude subir y bajar con agarre y confianza.
En cualquier caso disfruté de aquella tierra como no puede ser de otro modo y, ya estoy esperando el verano para explorar nuevos caminos.
El ritmo, la forma, si el físico me lo permite irá volviendo progresivamente.