Como por redondo entendemos todo lo que sale bien, al menos dentro de lo razonable, convencional y, nos deja satisfechos he de confesar que el entrenamiento de ayer viernes fue todo lo contrario.
Para empezar las piernas pesadas, resultado de las series del pasado miércoles que aunque no fueran nada del otro mundo sí que eran el reencuentro con unos ritmos (3'30'' km) olvidaaaaaadoooos hace ha. Fueron simplemente 3x4x400 y prueba de su demoledor efecto fue que no se mostraron ya hasta el día siguiente.
Pongamos además una temperatura de unos 22º a las 15 horas a la que el organismo no se puede acostumbrar de un día para otro. Consecuencia, aumento de las pulsaciones, aumento de la sudoración, fatiga.
Un recorrido con sus cuestecillas donde además tuve que añadir 1,5 km extra con la obsesión de llegarme hasta una fuente donde refrescarme. ¡¡ Como pensaba en mojar la gorra bajo el caño de agua !!.
Elementos extras, una leve torcedura del tobillo derecho en uno de los surcos del camino que me retorció el talón de marras y me hizo ver las estrellas durante un par de minutos (no fue a mayores). Y, de postre susto con la aparición de un perro boxer que como una exhalación se me plantó delante y que "graciosamente" se empeñaba en comprobar si mi mano escondía algún delicioso manjar por como saltaba el jodio hacia ella. Su amable cuidador, al que tardé unos eternos segundos en interesarle por mis gritos estaba disfrutando del sol en un banco complementado con el mp3.
Vamos, que llegué a casa más que escaldado, con 65' en el cuerpo para 14 km y con el piloto automático durante la vuelta para que aquello no se me fuera de las manos y acabara aún peor.
A veces nuestro cuerpo se acostumbra a unos ritmos que no podemos afrontar todos los días y nuestra mente se viene abajo cuando es así. Es decir, son mayores las sensaciones negativas de nuestros pensamientos que los datos físicos reales (velocidad) de nuestras piernas. Muchas veces hablamos de 10-15'' km de margen que no van a ninguna parte.
Eso sí, como viene la primavera. Sirvan las imágenes de muestra.
Para empezar las piernas pesadas, resultado de las series del pasado miércoles que aunque no fueran nada del otro mundo sí que eran el reencuentro con unos ritmos (3'30'' km) olvidaaaaaadoooos hace ha. Fueron simplemente 3x4x400 y prueba de su demoledor efecto fue que no se mostraron ya hasta el día siguiente.
Pongamos además una temperatura de unos 22º a las 15 horas a la que el organismo no se puede acostumbrar de un día para otro. Consecuencia, aumento de las pulsaciones, aumento de la sudoración, fatiga.
Un recorrido con sus cuestecillas donde además tuve que añadir 1,5 km extra con la obsesión de llegarme hasta una fuente donde refrescarme. ¡¡ Como pensaba en mojar la gorra bajo el caño de agua !!.
Elementos extras, una leve torcedura del tobillo derecho en uno de los surcos del camino que me retorció el talón de marras y me hizo ver las estrellas durante un par de minutos (no fue a mayores). Y, de postre susto con la aparición de un perro boxer que como una exhalación se me plantó delante y que "graciosamente" se empeñaba en comprobar si mi mano escondía algún delicioso manjar por como saltaba el jodio hacia ella. Su amable cuidador, al que tardé unos eternos segundos en interesarle por mis gritos estaba disfrutando del sol en un banco complementado con el mp3.
Vamos, que llegué a casa más que escaldado, con 65' en el cuerpo para 14 km y con el piloto automático durante la vuelta para que aquello no se me fuera de las manos y acabara aún peor.
A veces nuestro cuerpo se acostumbra a unos ritmos que no podemos afrontar todos los días y nuestra mente se viene abajo cuando es así. Es decir, son mayores las sensaciones negativas de nuestros pensamientos que los datos físicos reales (velocidad) de nuestras piernas. Muchas veces hablamos de 10-15'' km de margen que no van a ninguna parte.
Eso sí, como viene la primavera. Sirvan las imágenes de muestra.
1 comentario:
14 km en 65 minutos, parándote a hacer fotos, beber agua y pelearte con un pequeño "caniche"... menudos ritmos te estás empezando a gastar... de aquí a dos meses no va a haber quien te siga...
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