domingo, 20 de septiembre de 2020

El camino sin tí.

Es difícil. Es dificil caminar, recorrer cualquier tramo del camino, sin recordarte en cada zancada. Sin extrañar tu ausencia. Sin llorarla. Sin sentirla. Cuesta avanzar pero me niego a detenerme. Sé que tú lo entiendes.

Aprendí tanto de la actitud, de como enfrentarse a los monstruos reales. De valorar las cosas realmente importantes. Del sentido de la vida. Que no puedo permitirme el lujo de despreciar cada minuto y poder sentir cada uno de esos pasos que doy como el humilde homenaje que mereces.

No hay paso que de sin tu compañía. Mirada al horizonte que no comparta contigo. Paisaje que no te describa en susurros. Bocanada de aire que no sienta común.  Amanecer que no te regale. Puesta de Sol que no me traiga tu recuerdo.

El camino está ahí. Yo sigo mi camino. Pero tú estás conmigo. Siempre.



lunes, 7 de septiembre de 2020

Cuando menos es mas.

Parece una contradicción. Un sin sentido. Pero pasa que muchas veces, nos esforzamos en llegar más lejos, a más gente, ansiamos alcanzar nuesrtra máxima capacidad física, anímica, mental.... nuestras metas e ilusiones y pasa que con el foco en los grandes objetivos dejamos de prestar atención a los pequeños detalles. Y toca dar un paso atrás.

Me equivoqué. Quise pensar que ampliar mi horizonte con la ilusión de nuevos proyectos donde compartir mi pasión por este mundo del correr con otras personas nos enriquecería a todos. A mí el primero. Ampliando el abanico de posibilidades y personas con quien disfrutar y compartir. 

Con errores propios. Pero el caso es que olvidé que el género humano es clasista, gregario y Tribal. El Clan es el Clan y está pot encima de todo y todos.  No admite versos libres. Posicionarte de un lado es excluirte del otro. Sin piedad.

Dónde yo veía ilusiones, poco a poco fui descubirendo realidades. En un continuo desgaste. Lo he pasado mal.

Así pues, llegó el momento en que no pude continuar en esta situación. La respuesta era sencilla. Volver a los inicios. Ser uno mismo. Prestar la atención debida a los pequeños detalles. Cuando no se necesita tanto para sentirse bien. Cuando lo importante es la paz interior. Sin reproches ni rencores. Cuando bastan dos o tres  amigos, de verdad. Cuando menos es más y basta lo que cada día nos trae. Sin esperar nada. Sin grandes pretensiones. Cuidar a quienes nos cuidan.

Como titula este espacio, amistad y atletismo fueron siempre de la mano. Cada cara de la moneda fue una puerta de entrada para la otra. El día que el atletismo me hizo perder amigos ese camino dejó de tener sentido para mi.

Sólo concivo esto desde la doble A. Como la sientan e interpreten otros lo respeto, pero no es mi problema. Lo que importa es como la viva yo. Y aunque mi camino cada día sea más corto y más lento, no admito que tenga que ser menos pleno. No en la parte que dependa de mí. 

No nos rendimos. No me rindo. Aún quedan zancadas que dar.