Cuando correr deja de ser una sencilla forma saludable de sentirse libre ¿en que se convierte?.
No concibo la intención de ser purista. No pretendo dar o mostrar lecciones de como cada uno vive este deporte.
Relatar como eran las zapatillas, ropa o carreras hace 20 años. El mundo, como en tantas otras cosas ha evolucionado mucho y deprisa.
No deja de ser menos cierto en cambio que la moda del running se ha extendido. Puede parecer mentira que una actividad residual hace dos décadas, cuando correr por las calles camino de cualquier parque atraía miradas de extrañeza hoy día aglutine 30.000 personas por las calles de Madrid. Que se agoten los dorsales en cientos de pruebas semanas antes de su celebración.
Puede que, hoy ser portador de una camiseta marca X de la carrera L sea como en otros casos signo de status, trofeo a cobrar. Somos humanos, vanidosos por naturaleza cuando se alimenta nuestro ego.
Convivimos corredores que consiguen puestos y marcas distinguidas y, aquellos que solamente viven un reto de superación personal. No somos perfectos, no podemos olvidarnos que somos capaces de buscar mil escusas cuando las cosas no nos salen en una carrera, de no competir cuando sabemos que no podremos quedar delante de Zutano, de ocultar nuestros entrenamientos ante "rivales"... siempre hay un lado oscuro. Es humano.
En cualquier caso, lo dificil no es llegar sino mantenerse. No claudicar ante los fracasos, lesiones, cansancio y el inevitable retroceso propiciado por la edad. Los que buscan solamente la gloria puntual quedarán por el camino. Encontrarán otras actividades donde reiniciar el ciclo de retroalimentar su vanidad.
Obviamente no puedo generalizar, somos capaces de lo peor y también de lo mejor. Hacer deporte no tiene porqué necesariamente hacernos mejores que el prójimo.
Se puede optar por olvidarse de vez en cuando de uno mismo, no sentirse ombligo del mundo. Ampliar las miras y compartir esos kilómetros, ilusiones, heladas, experiencias y sudores con nuestros congéneres. El deporte como hábito saludable y humanista.
Es algo que puede, no nos lleve más alto, ni más lejos, ni más rápido. Pero quizá nos haga disfrutar más tiempo.
No concibo la intención de ser purista. No pretendo dar o mostrar lecciones de como cada uno vive este deporte.
Relatar como eran las zapatillas, ropa o carreras hace 20 años. El mundo, como en tantas otras cosas ha evolucionado mucho y deprisa.
No deja de ser menos cierto en cambio que la moda del running se ha extendido. Puede parecer mentira que una actividad residual hace dos décadas, cuando correr por las calles camino de cualquier parque atraía miradas de extrañeza hoy día aglutine 30.000 personas por las calles de Madrid. Que se agoten los dorsales en cientos de pruebas semanas antes de su celebración.
Puede que, hoy ser portador de una camiseta marca X de la carrera L sea como en otros casos signo de status, trofeo a cobrar. Somos humanos, vanidosos por naturaleza cuando se alimenta nuestro ego.
Convivimos corredores que consiguen puestos y marcas distinguidas y, aquellos que solamente viven un reto de superación personal. No somos perfectos, no podemos olvidarnos que somos capaces de buscar mil escusas cuando las cosas no nos salen en una carrera, de no competir cuando sabemos que no podremos quedar delante de Zutano, de ocultar nuestros entrenamientos ante "rivales"... siempre hay un lado oscuro. Es humano.
En cualquier caso, lo dificil no es llegar sino mantenerse. No claudicar ante los fracasos, lesiones, cansancio y el inevitable retroceso propiciado por la edad. Los que buscan solamente la gloria puntual quedarán por el camino. Encontrarán otras actividades donde reiniciar el ciclo de retroalimentar su vanidad.
Obviamente no puedo generalizar, somos capaces de lo peor y también de lo mejor. Hacer deporte no tiene porqué necesariamente hacernos mejores que el prójimo.
Se puede optar por olvidarse de vez en cuando de uno mismo, no sentirse ombligo del mundo. Ampliar las miras y compartir esos kilómetros, ilusiones, heladas, experiencias y sudores con nuestros congéneres. El deporte como hábito saludable y humanista.
Es algo que puede, no nos lleve más alto, ni más lejos, ni más rápido. Pero quizá nos haga disfrutar más tiempo.
6 comentarios:
Esta entrada no debería perderse.
Más cierta, imposible y por tanto creo que tienes más razón que un Santo.
Me alegro de verte de nuevo y para no caer en el olvido te enlazo a mi blog. Cosa que debía haber hecho hace tiempo.
Un abrazo.
Mildo tio que alegría leerte por aquí. Me das una sorpresa doble. La de verte caer en este espacio y el ver a DM como uno de tus grupos favoritos en tu perfil. No, si al final vamos a haber coincidido en el concierto que dieron en el Pabellon del Real Madrid años a...
Un abrazo.
Pues no te extrañe.
Los he visto seis veces y una de ellas fué en el Pabellón años ha.
Otra en Zaragoza, en Vista Alegre, en el pabellón de deportes de Goya, en Bcn,...
¡Y vuelven este año a Valladolid!
Muy interesante y bien escrito. ¿Tan humanos somos?
Slds
Allí estuve también, fue espectacular, como cada año!!!
Ya me he hecho seguidor de tu blog.
Un saludo.
Bienvenido Maese un placer tenerte por aquí.
Saludos.
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