Y nuestro cuerpecillo que no para de sorprendernos.
Después de unos días donde había conseguido regresar a unos ritmos de entrenamiento aceptables, donde por momentos he alcanzado velocidad de "crucero" por debajo de los 4'30'' en distancias de unos 10 km hoy, aprovechando el buen estado de forma de mi compañero de entreno he pasado a una fase B. Esa en la que al ritmo se añaden los km.
Porque, si somos corredores de fondo, porque no servimos para otra cosa sino es para llegar lejos, ya que no puede ser rápido. Toca preparar nuestro cuerpo para el empeño.
En el horizonte asoma una media dentro de un mes y una brisilla interior que me trae pensamientos de maratón y asfalto. De mapoma. De revivir el desafio en la compañía de tantos buenos amigos que estoy encontrando de un tiempo a esta parte. Un tiempo en que la soledad de este corredor de fondo es menos.
Así que, tocaba entrenar distancia. Como en los viejos tiempos. La táctica de siempre: un ritmo regular al principio, con progresión en la zona media del entreno y, el objetivo de no venirme abajo en la parte final.
2/3 Partes se han cumplido. Pero, mi cuerpo hace unos meses que no se encuentra en sensación de "vacio", esa como hoy en que pasada una frontera de minutos el estómago empieza a contraerse exprimiendo lo que le quede de alimento, donde las piernas comienzan a flojear y la cabeza a nublarse. No hay que asustarse, simplemente es ese paso físico que se produce en nuestro organismo en el que la gasolina super ( A, hidratos) se acaba y comienza el gasto de madera o carbón (B, grasa). Y, esto también se entrena.
Fundamental en cualquier deporte de fondo la capacidad de absorción de las grasas, la adecuación por parte del organismo a una "quema" simultanea de combustibles A y B que prolonge el uso de ambos, de la capacidad mental de superar esa sensación de vacio que nos llega y, que no es otra cosa que la adecuación de nuestro cuerpo a la distinta combustión.
Así que, siempre positivo, he de reconocer que siendo el entrenamiento una alegría por ritmo y distancia, de momento no he superado la situación de crisis mencionada y, a falta de 500 mts. para terminar en plena subida he sacado bandera blanca a mi compadre y he decidido caminar lo que restaba.
En cualquier caso, el primer paso está dado y esto es, simplemente, una cuestión de fondo.
Después de unos días donde había conseguido regresar a unos ritmos de entrenamiento aceptables, donde por momentos he alcanzado velocidad de "crucero" por debajo de los 4'30'' en distancias de unos 10 km hoy, aprovechando el buen estado de forma de mi compañero de entreno he pasado a una fase B. Esa en la que al ritmo se añaden los km.
Porque, si somos corredores de fondo, porque no servimos para otra cosa sino es para llegar lejos, ya que no puede ser rápido. Toca preparar nuestro cuerpo para el empeño.
En el horizonte asoma una media dentro de un mes y una brisilla interior que me trae pensamientos de maratón y asfalto. De mapoma. De revivir el desafio en la compañía de tantos buenos amigos que estoy encontrando de un tiempo a esta parte. Un tiempo en que la soledad de este corredor de fondo es menos.
Así que, tocaba entrenar distancia. Como en los viejos tiempos. La táctica de siempre: un ritmo regular al principio, con progresión en la zona media del entreno y, el objetivo de no venirme abajo en la parte final.
2/3 Partes se han cumplido. Pero, mi cuerpo hace unos meses que no se encuentra en sensación de "vacio", esa como hoy en que pasada una frontera de minutos el estómago empieza a contraerse exprimiendo lo que le quede de alimento, donde las piernas comienzan a flojear y la cabeza a nublarse. No hay que asustarse, simplemente es ese paso físico que se produce en nuestro organismo en el que la gasolina super ( A, hidratos) se acaba y comienza el gasto de madera o carbón (B, grasa). Y, esto también se entrena.
Fundamental en cualquier deporte de fondo la capacidad de absorción de las grasas, la adecuación por parte del organismo a una "quema" simultanea de combustibles A y B que prolonge el uso de ambos, de la capacidad mental de superar esa sensación de vacio que nos llega y, que no es otra cosa que la adecuación de nuestro cuerpo a la distinta combustión.
Así que, siempre positivo, he de reconocer que siendo el entrenamiento una alegría por ritmo y distancia, de momento no he superado la situación de crisis mencionada y, a falta de 500 mts. para terminar en plena subida he sacado bandera blanca a mi compadre y he decidido caminar lo que restaba.
En cualquier caso, el primer paso está dado y esto es, simplemente, una cuestión de fondo.
5 comentarios:
Bandera blanca tú???
Sería por educación.
Eres incombustible. No hay Aquiles que pueda contigo.
¿mapoma? ¡me gusta!
eso sí, no entrenes mucho que si no no vamos a poder seguirte ;-)
el otro día llegaron las buenas sensaciones, y eso que hoy explicas que no tienes acabará llegando pronto, no tengas "prisillas"
Es que la mente siempre nos juega malas pasadas y quiere más de lo que el cuerpo aguanta pero tú bien sabes que todo es cuestión de tiempo y un punto más de fuerza. Espero que para un par de semanas esté 'sufiendo' tu ritmito...
Mildo, jeje te aseguro que unos minutos antes iba pensando en zamparme un montadito de jamón con aceite en cuanto llegara a casa y, sí que pedí tregua a falta de esos 500 mt.
Teneis todos razón y bien sé que es algo pasajero.
De hecho transmito un gustillo agridulce en la entrada. Porque, aunque me faltaron unas migajas de fuerzas al final, el ritmo fue bueno y el paso adelante dado últimamente ha sido grande.
Ya digo que esas sensaciones tambien se entrenan y, el cuerpo y nuestra mente se adaptan con rapidez.
Seguiremos informando.
No me cabe duda de que ya lo tienes ahí mismo, a tiro.
A ver si tenemos ocasión y me dejas tirado en cualquier cuesta alguna mañana de estas, prometo no quejarme mucho.
Un abrazo.
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