lunes, 13 de marzo de 2017

Trail del Cocido.

Aunque pueda parecer una cierta locura después de arrastrar mis "achaques" habituales en los pinreles de un tiempo a esta parte, después del pasado domingo atreverme con la Tragamillas, este tocó afrontar un "trail light" desconocido para mi en Valdemorillo, enmarcado en el Circuito 4 Desafíos que se anunciaba como 23 km y 450+ en desnivel.
Cumplimos el objetivo de acabar en condiciones aceptables y, principalmente, ir poniendo los mimbres necesarios para si la fortuna acompaña dejando atrás las lesiones, poder disfrutar de la parte más emocionante de la temporada entre mayo y julio.
Por mi parte no ha de quedar intentarlo. Zegama como escoba, el MAM como superviviente y la cita anual de los Locos como avituallador, son los objetivos este año.
Con estas cosillas en la cabeza y con ganas de dar un pasito más adelante me puse el dorsal y arranqué la carrera. 
Salí tranquilo al lado de Pepe para ir dando tiempo a que las articulaciones calentaran. Además el comienzo era en ligero ascenso y hay que dejar que pulmones y corazón se acompasen. A continuación llega un tramo de algo más de 3 km en casi continuo descenso, pronunciado o ligero a ratos, que hace que mis piernas se suelten y con facilidad voy adelantando puestos. Especialmente en los tramos algo más técnicos lo que me da confianza. Por contra, en cuanto llega la primera subidita después de la prolongada bajada el cuerpo se gripa y tengo que caminar un poquito para que se acompasen los biorritmos. Duran poco la cuesta y las dudas. Enseguida una sucesión de toboganes con desniveles asequibles que hacen que los km vayan cayendo con mayor o menor facilidad. 
Se afronta ahora la parte más fea del recorrido hasta que llegas a Villanueva de la Cañada por una pista larga y seca que se hace un poquito interminable. En este punto km 11,5 el único avituallamiento (menos mal que no apretó el calor demasiado). y vuelta hacia Valdemorillo. 
Seguimos cogiendo ritmo constante y los km caen fácil por debajo de 5' hasta que llegamos a la parte final del recorrido donde tocan recuperar los metros de descenso iniciales. Aquí es donde noto la falta de ambición y de ritmo competitivo ya que con facilidad me acomodo y hecho a andar cuando a poco que arranco veo que podría intentar pelear por no perder tanto tiempo y algún puesto, pero, es lo que hay y vendrán momentos mejores.
Finalmente alcanzo la meta en 1h53' para casi 22 km que no está del todo mal para venir de donde vengo esta temporada y, para el terreno por el que ha discurrido.
Ahora a recuperar el cuerpo. Mejorar en las subidas poco a poco (la gran laguna, quien me lo diría hace unos años) y afrontar la próxima parada en Hoyo de Manzanares dentro de unas semanas.


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