martes, 10 de junio de 2014

MAM 2014. Pinceladas y reflexiones.

Pues una vez más hemos cumplido con la cita anual del Maratón Alpino Madrileño, ese que me vio nacer como corremontes hará 18 años ya.
El día agradable de temperatura aunque excesivamente ventoso en la zona de Guarramillas y Cabeza de Hierro Menor, hasta el punto que use el cortavientos en ese tramo tanto a la ida como a l
a vuelta.
La organización como siempre, impecable en cuanto al trato con los corredores y adecuada para la carrera. Seguro que hay cosas mejorables. Seguro que hay gente a la que la bolsa del corredor le parece escasa. Pero como ya he dicho esta carrera tiene personalidad propia y quien viene a correr aquí no lo hace por una camiseta de finisher técnica que lucir en los entrenamientos. Lo hace por vencer el reto de ascender varias veces por encima de los 2000 mts en poco más de 40 km.
¿El público? ¡Ay el público!. Pues sinceramente el habitual en esta prueba. Ni más ni menos. Los voluntarios, los familiares y amigos de los participantes y algunos "chalados" que deciden disfrutar del espectáculo.
Pero aún siendo el habitual y no pillándome por sorpresa este año en cambio me ha revuelto las entrañas ser testigo de la escasa popularidad que tiene nuestro deporte en nuestra comunidad. Imagino que será una cuestión de fondo, de educación. El que en unas zonas de este país haya pueblos volcados con su carrera, entendiéndola como una fiesta, convirtiéndola en un espectáculo que a la vez es un reclamo.... y aquí nada. Palabras de ánimo de los senderistas por lo general y cuando no alguna mirada de enfado por la concurrencia en el espacio físico o ignorancia hacia tu presencia cuando creo que ambos deberíamos valorar el esfuerzo del otro ya que todos amamos el monte. Yo por mi parte animo a cualquier montañero, caminante que me cruzo tanto como a quienes me sobrepasan o adelanto con un dorsal.
Y por otra parte, me resisto a claudicar y dejar que nuestras carreras queden huérfanas de animación. Creo que hay grupos de personas como los Bandoleros, Samburiel o los Locos que viven el espectáculo de estas pruebas y que a su manera ponen la nota de color en las mismas. Sería formidable que lográramos aunar esfuerzos y concentrar ese puñado de gente, 200, 500, los que sean capaces de crear para los corredores, aunque sea una sola vez, el mito de una cima, de un paso, de un collado. Estoy seguro que sería germen para el nacimiento de otros posteriores y quien sabe si por fin el acercamiento de la gente a nuestras queridas carreras. No me importaría pelear por ello.
Finalmente un momentazo que  tuve la suerte de presenciar y que resume concisa y claramente el trabajo, el esfuerzo y la tensión acumulada de quienes organizan y trabajan en estas pruebas. El abrazo emocionado, liberador de tensión y estrés que la gran y queridísima por todos los que la conocemos Mercedes "Rita Pelos" entregó a su equipo de colaboradoras una vez terminada la prueba. Mi más sincero reconocimiento y admiración a su trabajo.
Para quienes quieran leer mi crónica de la carrera os dejo el enlace del Blog de los Locos donde la tenéis

jueves, 5 de junio de 2014

Una mayoría de edad.

 Este 8 de junio se cumple la XVIII edición del Maratón Alpino Madrileño, "mi carrera", aquella que justamente un 8 de junio de hace dieciocho años se convirtió en una loca aventura que perdura.
Porque tengo claro que lo que hoy soy como corremontes se lo debo al veneno que aquella experiencia inoculó en mi. La ilusión de esperar la segunda edición para volver a afrontar aquel reto marcó mi futuro correril.
El MAM es una carrera con carácter. Seguro que hay carreras más bellas, más duras, más técnicas y que dejen más poso en los finisher. Pero es innegable que el MAM tiene personalidad propia. Esa subida y bajada por la pista de esquí a Guarramillas, las lomas del Noruego, la cima de Peñalara y especialmente esos tubos de cabezas en sus dos variantes ascendidas en estos años no dejan indiferente a nadie. Cada tramo tiene valía por si mismo y tiene su particular hábitat de montaña.
A mi me gustaba enormemente el tramo de la Laguna de los pájaros y también la dureza mental que suponía el camino smichd cuando eran los últimos kilómetros de las primeras ediciones. Pero entiendo que el apoyo y la infraestructura que presta una población como Cercedilla es importante para la prueba.
En mis recuerdos están también aquellas ediciones que se recortaron por borrascas tardías que dejaron nevadas y frío en pleno junio. Aquella cima de Peñalara con -3º. Inevitable recordar momentos de gloria y de penurias. Hubo en este tiempo algunas caídas, algún esguince serio, varias peticiones a mi santa en meta de que "no me dejara volver al siguiente año", euforia y cansancio. Un momento importante fue la décima edición donde tenía decidido dejarlo y es probable que lo hubiera hecho de no ser un quiste de backer en el plopíteo que me hizo empecinarme. ¿Para que iba a renunciar voluntariamente si cualquier día una lesión, una gastroenteritis o una inoportuna boda me lo impediría?. 
Puedo presumir de haber compartido km con un montón de corredores, tener siempre una palabra de ánimo para quien me adelanta y para quien sobrepaso. De haber cruzado la meta de la mano de amigos habituales y de desconocidos hasta aquél día. Y sobre todo de haber transmitido la emoción de esta carrera a muchos compañeros de entreno que han probado su grandeza. De alguna manera he bautizado un buen puñado de "MAMones" jeje.
Con todo esto, y el puñado de años que supone sumar 18 a cualquier edad de partida que uno pueda suponer estaré de nuevo el domingo en la linea de salida, dispuesto a sobrevivir una vez más. 
¡¡Aúpa MAM!!.