sábado, 24 de septiembre de 2011

Me duele.

Ayer fue un mal día.
Después de una semana en que la única actividad fue caminar durante una hora un par de días decidí probar que tal esa rodilla derecha que me está dando la lata.
Y no fue nada bien. Desde el principio sentí molestias, por momentos dolor y definitivamente un halo de pesimismo ante el futuro a corto plazo.
Pero esta mañana es aún peor. Me cuesta flexionarla. Bajar las escaleras es una tortura, igual que agacharme o bajarme del coche sobre su apoyo.
Hace años sufri un quiste de Baker en esta misma rodilla. En el hueco plopíteo que es exactamente donde me duele ahora. 
Pero más me duele el alma. Ser consciente que no me queda más que resignarme a parar una temporada. Olvidarme de hacer aquello que más me gusta. Aquello que me aporta paz interior, autoestima, fuerza física y mental, libertad, escape a las frustraciones, un rato para pensar, enormes amistades....
Será dificil para alguien como yo que lleva tantos años enganchado a esto. Pero no será la primera ni la última así que, como otras cuantas veces, no queda sino confiar que con descanso y cuidados igual que vino se vaya y, pueda estar de regreso algún día.
Luego tocará sufrir la inactividad y será otro tipo de frustración, pero esa será ya otra historia.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Quimera económica de un pobre diablo (Off Topic).

Dados los tiempos que nos ha tocado vivir y los que amenazan como lobos el horizonte, donde las condiciones de vida serán mucho más difíciles para el grueso de las personas es imposible abstraerse de la cuestión económica y como no, divagar y especular al respecto.
Si el Trabajo es un bien escaso nos quedará dos opciones: pelear como fieras por cada puesto o compartirlo.
Así de simple. Así de difícil.
Desde una opción de solidaridad ¿por qué no ceder parte de nuestra jornada y salario a quien también lo necesita?. 
Pongamos una empresa que dos trabajadores mileuristas con sus 40 horas semanales. Imaginemos esa misma empresa con tres personas que reparten esas 80 horas y esos 2000 euros entre tres. Trasladémolos proporcionalmente al mercado laboral. Un buen puñado de empleos.
¿No será preferible compartir tú dinero de una forma proactiva que no únicamente en forma de impuestos?. 
El nivel de ocupación aumenta, favorece la productividad, disminuye la carga económica social que suponen subsidios y prestaciones por desempleo al dichoso Estado... se multiplica el número filiaciones a la Seguridad Social.
Eso sí, también aumenta el número de horas libres. Fomenta la participación en las cargas familiares, crece el número de horas que se pasan con hijos y mayores. Es posible que fomentara la formación. ¿Disminuiría el estres? ¿el número de bajas?.
Claro que, habríamos de aprender a renunciar a un buen número de lujos que hoy nos permitimos. Afinar para llegar a fin de mes. Menos móviles, coches menos potentes... Pero, seamos sinceros, nos rodea demasiada banalidad.
Por contra, con esos niveles de salarios la oferta tendría a su vez que ajustar su precios y seguro que en todos los ámbitos y sectores con el tiempo aparacerían empresas ofreciendo productos y servicios a precios ponderados y asequibles. Adecuados para el nuevo "nicho" de mercado.
Toda una quimera, simple y seguro absurda.
Pero tal y como estamos actualmente al ser humano no le queda más que rebelarse o sucumbir. 
Este mundo se vuelve insostenible por una economía insostenible. 
O somos capaces de compartir, de regresar a nuestros orígenes de clan, de tribu y protegernos unos a otros, o nos despedazará la indiferencia.
Entonces nos obligarán a ser 3 donde había 2, por el mismo precio y las mismas horas. Para el beneficio de unos pocos.

martes, 20 de septiembre de 2011

Correr

Llegará el día que no sea capaz de llevar el ritmo
y miraré hacia atrás revisando todas las zancadas dadas
los caminos recorridos,
otra cosa ya no me quedará
más que el recuerdo de los charcos pisados, del viento en la cara y la sal en los labios
la sensación de libertad esquivando ramas y saltando rocas
entonces viviré de recuerdos
recuerdos de sueños logrados o al menos intentados.
Sólo tendré que cerrar los ojos para revivir todos esos instantes
para recordar todos esos paisajes
para escuchar el sonido de vuestras voces que me acompañaron
y no me sentiré sólo
y de nuevo me sentiré libre y vivo.
Existen muchas cosas importantes, personas que amo,
otras hay que me emocionan, que me importan,
y otras que me hacen feliz y sentir bien,
correr es una de ellas, sencilla y simplemente
y, hasta que mi corazón se detenga seguiré corriendo,
con mis piernas o en mi imaginación,
porqué la vida es la más importante carrera.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Desgaste, empeño y sueños.

Es dificil compaginar con las ganas los tantos años y los cuantos kilómetros que llevan mis huesos encima. Así que, inevitablemente he de convivir con músculos cada vez más perezosos, con tendones como tenores que no dejan de dar en cante y con articulaciones chirriantes.
En cualquier caso, me alimenta el empeño de seguir, de dar cada paso y disfrutar porque nunca se sabe cuando puede llegar la interrupción. Soy un tirillas obstinado que sobrevive en los malos y guerrillea en los buenos momentos. Bien es cierto que antes siempre probaba y ahora me toca ser más espectador de lo que me gustaría. Pero el espíritu guerrero sólo permanece a la espera del día y el momento apropiado. 
Mientras alimente mi ilusión. Mientras albergue sueños las zancadas están garantizadas. Además para el próximo año se va abriendo paso el deseo de regresar a Etxegárate para extraer de mi interior toda la energía contenida desde ese julio del 2010. Para mirar a la puerta de salida de esa carpa con el ansia de dejarla atrás. Para afrontar los kilómetros que tengo pendientes. Para encontrar lo que perdí y completar el círculo.
La esperanza de poner el punto tal y como lo había soñado, deseado y esperado.