viernes, 15 de octubre de 2010

Zancadas liftadas.

Inmerso de lleno en el proyecto elegido para esta temporada es momento de plasmar las primeras impresiones.
Dos semanas es poco tiempo y todavía no puedo certificar un satisfactorio periodo de adaptación a la dupla deportiva que escogí para estos meses.
Sí que tengo que confesar que durante los primeros días, por ejemplo, me sentí perdido. Como en tierra de nadie, entre dos mundos sin formar parte plena de alguno de ellos.
Por un lado en alguna de las salidas correriles de aquellos días sentí que ni los proyectos ni los ritmos de rodaje eran los mismos para mis compañeros que para mí. Se hace dificil después de 20 años entregado a tope al atletismo en su modo de entrenamiento o de competición pasar a ver los toros desde la barrera, con el sentido de deporte-salud.
Pero, es que además como comprendereis disto años luz de poder considerarme tenista en el término de alguien que juega tenis. Durante estas primeras clases mis carencias se han acrecentado porque a la ausencia de estilo se une las correcciones marcadas por el profesor lo que hace que ni lo que hacía mal lo haga bien. Soy consciente de que en los inicios es peaje obligatorio cuando uno lleva vicios adquiridos. Modificar la forma implica fallar de más en el inicio con la esperanza de que con el tiempo cuaje el golpe correcto y comience a elevarse el porcentaje de aciertos. Es ley y se asume.
En cualquier caso, ahora mismo me siento más relajado. Me motiva intentar superarme en cada golpe y en el atletismo lo poquito que hago me trae buenas sensaciones. Me recuerda a los inicios donde con poco conseguí mucho. Y ¿por qué no pueda ser que con menos kms recobre frescura física y mental? ¿no se trataba de eso precisamente?.
Además como estímulo me marcaré pequeños retos personales, bajar de un tiempo en un recorrido X, mejorar en una determinada distancia en pista, buscar nuevos recorridos.... lo que sea, sucesivamente y que me haga disfrutar.
En esas estamos. Tranquilo y con paciencia.