lunes, 30 de marzo de 2009

Otro día de fiesta.

3ª Edición de la Media Maratón de Segovia.
Esta es una de esas carreras que te dejan siempre buen sabor de boca, pese a las cuestas, una carrera que juega contigo a un escondite excitante trayéndote tras cada esquina una monumental postal. Como un laberinto adoquinado de recios e históricos rincones. Para sentirse deportista y caballero andante, atleta y turista a un mismo tiempo.
Una ciudad que se abre y se muestra, una ciudad que se vuelca hacia esos participantes que jadean en búsqueda de un crono o, simplemente de terminar. Donde la frialdad de antiguas losas rebosan de aplausos y jaleos de un público entusiasta que aderezan la moral del corredor empujándole hacia la meta.
Meta Trajana, Augusta y gloriosa.
Para mí ayer las sensaciones fueron buenas. Me queda la incógnita de saber de que hubiera sido capaz exigiéndome hasta el final. Pero la decisión fue adecuada. Siempre la Doble A.
Ayer quitando esos 2 primeros km. donde hay que concentrarse en coger el ritmo adecuado, algo que puede hipotecarte el resto de la prueba y, donde además sufrí algunos dolores en la parte del tendón de aquiles que me preocuparon fue una delicia correr. El reloj fue saltando vertiginosamente, por momentos me tenía que asegurar que no era un error certificándo los km con los carteles de la organización, a ritmos rápidos pero que llevaba comodamente.
Confieso que disfruté enormemente cuando durante un tramo pude relajarme en la cola del grupo que formábamos contemplando a todos esos compañeros en los que he ido viendo una evolución constante, como un padre que ve jugar a sus hijos en el parque. Puede que hasta con un presuntuoso sentimiento de orgullo.
Así de esa manera, a unos 3, 5 metros, pero con la suficiencia de poder enlazar en cualquier momento llegamos al punto donde la carrera picó hacia arriba y abrió el desgaste que propició la brecha que un poco después se haría en el grupo.
A partir de ahí con mayor o menor acierto fue cuestión de hacer piña el trio que quedamos.
Y ciertamente, salvo esos km duros de perfil y de ánimo como son los que atraviesan la zona de la Nueva Segovia se salvaron los muebles muy dignamente.
Podemos estar satisfechos, fue otro día de fiesta.

lunes, 23 de marzo de 2009

Efecto Nadal.

Lo de este chico es impresionante.
Todos hemos tenido la suerte de presenciar partidos suyos plenos de agresividad o desgaste, de ataques despiadados y de defensa numantina. Es un grande tallado de la madera de los campeones y deportista de convicción, respetuoso y humilde.
Ayer tuve la ocasión de poder ver su partido en Indians Wells y me dejó impresionado.
No fué el del mejor tenis, ni el de los mejores golpes o más vistosos, pero es digno de analizar.
Más allá de su fuerza física, de sus dotes atléticas está su fuerza mental. Más poderosa todavía que la muscular.
En todo momento mantuvo el control de la situación, desde el momento de pisar la pista para calentar tenía claro como debía jugar a su contrario.
Ante una situación climatológicamente adversa como fue el viento supo adaptarse y sobreponerse.
Donde su rival se desquiciaba ante los botes extraños provocados por el viento, ante la imposibilidad de desarrollar su juego Nadal mantuvo en todo momento la calma y la concentración aceptando con tranquilidad los errores propios de las circunstancias pero sabiendo esperar su momento durante cada intercambio de golpes. Alternando los defensivos y de preparación con los definitivos ganadores.
Ni las protestas de su contrario al árbitro o las interrupciones le afectan. Él sin aspavientos, ni gestos gratuitos ... jugar y ganar, sólo eso hasta que la última bola le otorga el punto definitivo y entonces la sonrisa y el ritual de la celebración.
Felicidades campeón.
En nuestro mundo del corredor la fuerza mental normalmente se asocia a las largas distancias donde hay que tener el aguante para sobreponerse a las situaciones de crisis que por distintos motivos nos han de surgir, pero, realmente la fuerza mental es importante en cada momento.
Para determinar un objetivo real que podamos afrontar, para planificar unos entrenamientos compensados, para abordar una carrera a un ritmo adecuado que no nos desfonde de inicio, infinidad de situaciones donde somos mas emocionales que racionales y nos dejamos llevar por el entusiasmo del momento.
Entre otros está el conocido como "efecto foro" que no es otro que el de subirse al carro de los métodos, calendarios y desafíos de otros atletas y no de nosotros mismos.

domingo, 15 de marzo de 2009

Puente Ave y Errores de principiante.

Muchas veces las ganas nos pueden. Esas en que el ansia de llegar donde nuestra mente nos situa supone un lastre para nuestro físico.
Hoy durante mi rodaje de la tarde, inusual de horario para un domingo, pero obligado por el viaje de esta mañana analizaba yo lo que han sido las sensaciones de estos últimos días. Llegando a la siguiente conclusión: ME PUEDEN LAS GANAS.
Creo que ese parón de este fin de verano, esos meses de ausencia, la lucha perdida en muchos momentos con el talón, ese regreso con tan malas sensaciones me condicionaban. Ahora que he recuperado la ilusión de correr y de además ir haciéndolo cada semana un poquito más rápido me pasa como a los iniciados. Quizá quiera ir demasiado rápido.
Porque me he dado cuenta de que vivo demasiado pendiente del ritmo. Entro en esa dinámica donde los kms van saltando y el objetivo se convierte en mantener X media. Una velocidad de crucero que no me permite relajarme.
Eso no es bueno. Debo regresar a los entrenamientos estructurados. Realizar la base de ellos mediante ritmos cómodos y suaves combinando con algún tramo rápido.
En estos momentos esos km lentos brillan por su ausencia, desde el comienzo entro en un ritmo alegre que impide que luego puede realizar minutos rápidos porque falta el repris suficiente debido al desgaste.
El antídoto lo conozco de hace tiempo. No es la primera en que me veo en esa dinámica de ritmos repetitivos e intensos que tanto desgastan. La buena compañía, el grupo que me permita arroparme en compañeros de ritmos más relajados a mis habituales. Como ya digo que pongan la base y permitan la frescura para los momentos de batalla.
Por lo demás, mi habitual desayuno Malacitano. Ese que un par de veces al año me toca realizar. Madrugón, trenecito desde Atocha, cafetito en Málaga y regreso al hogar.
Es una maravilla pensar que desde la 7:35 a.m. en que el tren se pone en marcha a las 13:40 en que vuelvo a pisar el mismo andén de Atocha haya tenido tiempo de tomar un cafelito en la estación de María Zambrano, ojear el periódico en un banco e incluso, pasear por sus cerradas tiendas en domingo y regresar.

sábado, 14 de marzo de 2009

Entrenamiento cuadrado.

Dícese de aquél que no sale redondo.
Como por redondo entendemos todo lo que sale bien, al menos dentro de lo razonable, convencional y, nos deja satisfechos he de confesar que el entrenamiento de ayer viernes fue todo lo contrario.
Para empezar las piernas pesadas, resultado de las series del pasado miércoles que aunque no fueran nada del otro mundo sí que eran el reencuentro con unos ritmos (3'30'' km) olvidaaaaaadoooos hace ha. Fueron simplemente 3x4x400 y prueba de su demoledor efecto fue que no se mostraron ya hasta el día siguiente.
Pongamos además una temperatura de unos 22º a las 15 horas a la que el organismo no se puede acostumbrar de un día para otro. Consecuencia, aumento de las pulsaciones, aumento de la sudoración, fatiga.
Un recorrido con sus cuestecillas donde además tuve que añadir 1,5 km extra con la obsesión de llegarme hasta una fuente donde refrescarme. ¡¡ Como pensaba en mojar la gorra bajo el caño de agua !!.
Elementos extras, una leve torcedura del tobillo derecho en uno de los surcos del camino que me retorció el talón de marras y me hizo ver las estrellas durante un par de minutos (no fue a mayores). Y, de postre susto con la aparición de un perro boxer que como una exhalación se me plantó delante y que "graciosamente" se empeñaba en comprobar si mi mano escondía algún delicioso manjar por como saltaba el jodio hacia ella. Su amable cuidador, al que tardé unos eternos segundos en interesarle por mis gritos estaba disfrutando del sol en un banco complementado con el mp3.
Vamos, que llegué a casa más que escaldado, con 65' en el cuerpo para 14 km y con el piloto automático durante la vuelta para que aquello no se me fuera de las manos y acabara aún peor.
A veces nuestro cuerpo se acostumbra a unos ritmos que no podemos afrontar todos los días y nuestra mente se viene abajo cuando es así. Es decir, son mayores las sensaciones negativas de nuestros pensamientos que los datos físicos reales (velocidad) de nuestras piernas. Muchas veces hablamos de 10-15'' km de margen que no van a ninguna parte.
Eso sí, como viene la primavera. Sirvan las imágenes de muestra.



miércoles, 11 de marzo de 2009

Homenaje de Vida

No es un día cualquiera, es una fecha especial y no puedo evitar recordar...
Porque somos afortunados de sentir cada día.
Aunque tengamos que aguantar al jefe cada mañana
o por gritar airados la ocasión fallada por nuestro equipo
sufrir la agonía de la última tanda de series,
por poder ayudar a nuestra hija en un trabajo de Cono,
comtemplar la belleza de un almendro en flor
escuchar una vez más la palabra crisis
pagar facturas, beber una cerveza, estrechar la mano de un amigo, escuchar una nueva canción que nos emocione... tantas y tan pequeñas cosas que nos da la vida y que vivimos sin apenas percibir.
Sintamos la fortuna de verlas, oirlas, olerlas, tocarlas, saborearlas no solo por nosotros sino por aquellos que dejaron de hacerlo.
Seamos justos y seamos conscientes de vivirlo todo porque forma parte del premio.

domingo, 8 de marzo de 2009

Trideporte


Fin de semana activo y entretenido.
El sábado por la mañana vuelta a los clásicos. Viejo entrenamiento de 60' al ritmo que salga. Cómodo desde el principio y sin molestias en el talón después de 2 días de descanso. Recorrido clásico por la cañada a Moral, pequeña duda al llegar a la altura de la cuesta gris (definitivamente, ya habrá tiempo de empezar con las cuestas), aunque al final mantuve la opción más llana.
13,3 km y buenas sensaciones.
Esta semana corta de km (30) espero que me sirva para recuperar bien de la Tragamillas y afrontar con ganas el próximo mes.
Por la tarde un poquito de tenis que aunque es muy divertido me deja los músculos tocadillos, especialmente la espalda. tengo que tener cuidado.
Y, para terminar, esta mañana 40 km aproximadamente de bici con mis compañeros de este otoño. La verdad es que se lo tenía prometido, todavía no había coincidido con ellos en este 2009. Una vez que comenzé la carrera a pie y con el invierno tan crudo que hemos tenido las salidas en bici han sido imposibles.
Como se nota cuando uno deja de practicar un deporte. La facilidad de pedaleo de las últimas salidas se esfumó. Menos mal que por lo menos me da para defenderme, especialmente aprovechando la ventaja del poco peso en las subidas.
Siempre las subidas.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Morir de éxito.

Lo confieso, es algo que desde el lunes me preocupa. Pasada la euforia postcarrera de la tarde del domingo, recordando los momentos vividos, sobre todo los rostros de satisfacción vistos y las palabras de reconocimiento escuchadas ha tocado ir haciendo análisis.
Porque todo han sido alagos, felicitaciones y aplausos hacia la carrera. Es reconfortante, agradecido pero, también peligroso.
Es pronto aún para ver como se asimila este éxito. Pero es imprescindible que permanezcamos con los pies en el suelo y siendo humildes.
Porque desde esa humildad de sentirnos aprendices de todo, iguales en la cadena, importantes en el colectivo radica nuestra virtud.
Con alivio he leído que algunas de las personas de mayor peso en el Club han asumido la cifra de 1500 participantes como definitiva. Desde mi punto de vista no sólo es un acierto sino garantía de futuro.
No es preciso batir records de participación para destacar, ni siquiera ofrecer la posibilidad de grandes marcas. La gente quiere disfrutar de una fiesta deportiva y ahí sí hemos acertado de pleno. Porque somos corredores, sabemos lo que nos gusta y lo que nos molesta.
En cualquier caso deberemos tener cuidado con el efecto boomerang para que nuestro ego no se dispare, evitar dar por hecho lo que no se obtiene sino con trabajo y para ello alimentar nuestra ilusión y buscar pequeñas novedades que nos motiven en cada edición.
En nuestras manos está evitar morir de éxito.

domingo, 1 de marzo de 2009

De escuadra y cartabón.

Es esta una terminología que se emplea para definir aquello que está cuidado al detalle, calculado con esmero y precisión de forma que todas las piezas encajen y se consiga realizar un proyecto.
Yo soy apenas un recién llegado al Club Castillo. Llevo unos meses compartiendo kms, charlas y anécdotas con ellos pero apenas unas semanas como miembro de pleno.
Desde el primer momento encontré unas personas afables, sanas y sencillas que vivían su pasión por el atletismo de la manera que cada cual alcanzaba, en una diversidad de niveles pero grandes todos en su humanidad.
Este Club es una pequeña familia de corredores donde todos cuentan con todos dentro de las posibilidades de cada cual. Eso es principalmente lo que me ha unido a ellos. Su fuerza.
Es un honor aportar un siempre insuficiente granito de arena para sumar a los kilos de ilusión y trabajo que ellos desarrollan.
Hoy ha sido un gran día, la fiesta del Club. La Tragamillas, que como un parto se gesta durante meses con mimo para tener el mejor de los alumbramientos posibles.
Felicidades papas, el retoño goza de una formidable salud.
Mi particular carrera ha sido otro tanto. De igual manera he tirado de escuadra y cartabón para conseguir ese objetivo que me llamaba.
La semana metódica en los entrenos aunque con peores sensaciones de lo esperado. Las últimas 48 horas intentando refrescar los músculos en lo posible.
Al final aposté por intentarlo y adaptarme a lo que la carrera me dictara.
Desde la salida lo de siempre, el archifamoso grupo planeado desparramao, cada cual recolocandose en los primeros kms buscando su ritmo y sitio en el pelotón. Carrera en solitario.
Buen ritmo de inicio, con buenas sensaciones y controlando para no pasarme siguiendo a nadie. En esa primera mitad de la prueba he conseguido un "colchón" de segunditos que me servían para afrontar la parte final. paso por el 10,5 de 43'30''.
Con el inicio de las subidas tiro de experiencia y con paciencia voy administrando esos segundillos, dejando 10 aquí, 20 allá y confiando en esos 3 últimos km que no me hagan desfondar.
Finalmente y aunque en momentos pensé llegar más desahogado no pude relajarme en la pista porque iba realmente ajustado 1 h 29' 45'' por el reloj de meta (creo). Pero independientemente de los puestos perdidos o ganados en ese último km donde algunos sacan fuerzas de flaqueza mi meta estaba en el crono y para mí ha sido una satisfación conseguir ese objetivo.
Carrera táctica, como yo suelo decir. Las pletóricas espero que llegarán.
Para acabar una especial mención para Beatriz, la ganadora de la carrera a quien ha sido un placer conocer personalmente después de hacerlo a través del blog y felicitar personalmente.
Sí amigo Serrat, hoy ha sido realmente un gran día.
Gracias y felicidades amigos.