viernes, 20 de febrero de 2009

La importancia de tener un plan

No, no me refiero a ese otro tipo de planes...
Creo que muchos de los problemas y, abandonos en el mundo del corredor se producen precisamente por la ausencia de una planificación objetiva de nuestra actividad.
Son pocos los que pueden disponer de un asesoramiento adecuado por parte de un entrenador, o al menos, de un experto en atletismo.
Así sucede, que la mayoría de nosotros de forma autodidacta, vamos disfrutando de nuestros aciertos y en el mejor de los casos aprendiendo de nuestros errores, pero no siempre es así.
Es lo habitual que a la primera fase de euforia, en la que pasamos de sedentarios a personas activas sean tan abismales los cambios y la progresión que la llegada del lógico estancamiento nos provoque en muchos casos el astío, la lesión o el abandono.
Es aquí donde entra la importancia de seguir un plan con la intención de conseguir un objetivo. En los años de corredor que llevo no puedo negar que he seguido planes de todo tipo, de revistas, amigos, páginas web... unos trazados por personas a las que no conocía, otros supuestamente por famosos atletas de élite.
Y es de estos años de experiencia de los que he podido extraer mis pequeñas conclusiones. La primera es que el plan se debe adaptar a nosotros y no nosotros al plan.
Debemos tener la suficiente flexibilidad para desarrollarlo.
No somos atletas de élite, no vivimos de esto, por tanto nuestra vida laboral, familiar y social ocupa y debe ocupar su cuota primordial y necesaria en nuestra vida.
Es imposible por lo tanto realizar un plan a rajatabla, es más, a nuestro nivel es perjudicial por el propio estres que nos provocaría. Se trata simplemente de extraer la filosofía del plan para trasladarlo a nuestros entrenamientos.
Por ejemplo, os diré que para conseguir bajar de las 3 horas en mi último Mapoma me bastó orientarme en un plan para media maratón sub 1h30' de Chema Martinez (creo recordar) publicado en la revista Runners. Los ritmos y kms propuestos eran lo suficientemente exigentes para mí. Con esos ritmos y la resistencia trabajada conseguí mi objetivo.
Cuando un plan detalla una serie de días de rodaje, unos de series a unos ritmos determinados, no tiene en cuenta si el jefe nos pondrá un trabajo de ultima hora, o si se pondrá malo nuestro hijo.
En la sencillez está la virtud. Simplemente sigue las pautas, rodaje, calidad, fondo. Si el plan nos propone 2x3000 en pista y nuestro cuerpo ese día no está para largas exigencias lo adaptamos a 3x2000 acortando la duración del esfuerzo y aumentado la recuperación, o simplemente jugemos con una pirámide 1000,1500,2000,1500,1000 que se nos haga más variada o llevadera. Escuchemos a nuestro cuerpo y mente. Aplacémoslo si es necesario.
Se pueden cambiar los días de series largas por cortas o viceversa. O los ritmos en un rodaje de progresión incrementarlos en 10 o 15'' si nuestro cuerpo nos lo exige. No es imprescindible hacer el último el km en 3:50 aunque sea lo establecido si no estamos para ello.
En una competición de preparación o test podemos decidirnos a forzar si ese día nos encontramos con unas condiciones y sensaciones optimas, pero, siempre con la suficiente capacidad de análisis para no vaciarnos, siendo conscientes de que hipotecamos nuestros futuro objetivo si no tenemos la suficiente frialdad.
Es sencillo y simple, todo, no puede ser el objetivo.

4 comentarios:

fernan130 dijo...

Llevo muchos años haciendo deporte y creo que la clave está siempre en hacer de cualquiera de ellos una actividad placentera. Para conseguirlo es básico como tú dices, y yo añado que incluso mucho más que los objetivos, la flexibilidad. No vivimos de ello por lo que nos podemos permitir el lujo de relajarnos de vez en cuando. Eso nos permite 'recargar' nuestras pilas y superar las épocas de un cierto hastío que en cualquier actividad casi diaria se produce.

Mildolores dijo...

Es muy bueno y muy conveniente seguir un plan. Ser metículoso y aplicado. La disciplina es el mejor de los aliados en el caso de querer mejorar, pero es inteligente saber escuchar al cuerpo.
La pena es que esto se consigue tropezando. Y a veces hasta en varias ocasiones.

Mikel Vm dijo...

Me gusta disfrutar de lo que hago, hacer cada día lo que más o menos me apetece, soy tan malo para los planes que nisiquiera he intentado seguir uno, no puedo comprometerme a correr cuatro días por semana o a hacer una tirada larga el viernes o unas series el martes, no tengo la experiencia ni la capacidad para hacer cambios en esos planes... creo que de momento seguiré así...

Fer dijo...

Muy acertado.
Slds